Para turistas curiosos
13/07/2021 | 10:48 | Estos lugares se caracterizan por sus leyendas de apariciones, ruidos extraños y espíritus. La mayoría tienen visitas guiadas para recorrerlos, tanto de día como de noche.
1- Hotel Viena en Miramar de Ansenuza
Es un gigante que está a orillas de la Laguna de Mar Chiquita. En 1945, cuando fue inaugurado, era un hotel para personas con buen poder adquisitivo y un espacio a donde se realizaban tratamientos médicos. Sufrió varias inundaciones y saqueos.
Hoy se pueden hacer visitas guiadas y ver algunas de sus habitaciones. Según cuentan los guías, la habitación 106 es la con mayor actividad paranormal de toda Sudamérica.
Horarios: Las visitas son de lunes a viernes a las 15 y las 16. Los sábados y domingos a las 10 y 11; y a las 15 y las 16. Las visitas nocturnas son los sábados a las 20 con reserva previa.
2- Hotel Edén en La Falda
Solía ser un spa de lujo que visitaban príncipes y presidentes. Fue construido en 1897 y, las personas que realizan las visitas guiadas, aseguran que hay fantasmas, ruidos y sombras. Estudiosos de fenómenos de difícil explicación aseveran por su parte que el viejo hotel es una cantera inagotable de ese tipo de manifestaciones.
Horarios: de lunes a viernes, de 9 a 20.
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3- Cementerio San Jerónimo
Desde marzo de este año, uno de los cementerios más importantes de Córdoba abrió sus puertas con una serie de visitas guiadas para recorrer algunas de las historias que están en este lugar. Algunos de los circuitos son: "Recorrido de gobernadores, intendentes y figuras de la vida política”, “Circuito de mujeres destacadas”, “Historias de amor y no tan amorosas”, “Circuito del cuarteto y la música popular cordobesa”, “Recorrido histórico y masonería”, “Relatos de placas y epitafios”,” Estilos arquitectónicos en panteones y mausoleos”.
Horarios: escribir al Whatsapp 351-3940426. Hay cupos de ingreso y la visita es gratuita.
4- Neuropsiquiátrico de Punilla
Si bien este lugar no está habilitado para realizar turismo, es un sitio que llama la atención. Se construyó en 1900 para albergar a enfermos de tuberculosis y hoy está abandonado. Según los vecinos, se escuchan gritos y llantos por las noches. En muchos casos, los testimonios confirman haber sentido ruidos o presencias en el edificio.