Escapadas en Buenos Aires
30/03/2022 | 13:07 | Se trata de Overo Bar, ubicado en pleno barrio de Palermo Viejo en Buenos Aires. El bar cuenta con un club de vinos que tiene más de 400 socios. Tiene restaurantes y espacios privados para catas.
Los bares de vinos son cada vez más populares en todo el país. Se multiplican los que ofrecen esta opción por copa y los que multiplican la cantidad de etiquetas en sus cartas. Sin embargo, los dueños de Overo, un bar de copas en pleno Palermo Viejo de Ciudad de Buenos Aires, decidieron apostar más.
Se trata de un sitio ubicado en un punto neurálgico de la ciudad -frente a Plaza Armenia- que es una verdadera oda al vino. Además de ser un bar a donde se pueden probar más de 400 etiquetas de vinos -todos argentinos- y maridarlos con platos que acompañan perfectamente a cada cepa, es un club para los amantes de esta bebida.
"Queremos que la gente se anime, sobre todo los que vienen desde otro tipo de bebida. La idea es que prueben. El vino es el centro y la comida rodea el vino", contó a Descubrí Sabores, Daniel Rigueras, uno de los propietarios del lugar.
La carta tiene varias opciones. La primera son las raciones, que son pequeñas porciones de comidas que se pueden picotear con la mano (empanadas de res, croquetas de portobellos y gorgonzola, pincho de langostino, entre otros). También hay charcutería, quesos, sándwiches y ensaladas. Una cosa clave a tener en cuenta es que el agua es libre para todos los clientes.
El lugar más lindo de Overo es sin dudas la terraza: se trata de un espacio con varias mesas, una fuente y una vista hacia un pulmón verde que se tiñe de ocre cuando baja el sol.
Un club de vinos
Daniel Rigueras, junto a su socio y cocinero Pol Lykan, decidieron transformar este petit hotel en un club de vinos. Hoy tiene más de 400 socios que pueden disfrutar de varias instalaciones que tiene el lugar. Tal es el caso de una sala para catas con cava, que tiene un gran mesón de madera timbó de 5 metros y recibe 16 personas siempre bien rodeada por 1.000 botellas de vino argentino.
"El club hay gente que le interesa el vino, pero hay de todo. Hay dueños de bodegas y chicas de 21 años y que quieren aprender de vino. Es un club social y queremos que la gente venga acá", agregó Daniel.
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A esa sala, se le suma una sala acustizada de audio con equipo de alta fidelidad (NAD, Yamaha, Denon y giradiscos Thorens) para hacer reuniones, escuchando la música de vinilos propios, los que cada quién traiga o del soporte que se elija. También un espacio de cine con proyector 4k, sonido Dolby Atmos 7.1, pantalla 150´, sillones amables de cuero individuales y luna mesa que acompaña para apoyar la copa, el agua y la comida.
"Los socios pagan una membresía que incluye una caja con tres o seis vinos por mes que nosotros les seleccionamos para probar. El uso libre de los salones con sus amigos y un descuento a la hora de venir al bar", agregó.
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