Dejaron todo y construyeron cabañas de lujo en las sierras

Por Micaela Rodríguez
Fotos: Micaela Rodríguez. 

Alejandra Gardenal y Sergio Herrlein se conocieron en el 2002 y fue amor a primera vista. Ambos trabajaban en el frenético Buenos Aires. Mientras que ella estaba a gusto con su exigente ritmo de vida, él sabía que se quería dedicar al turismo y vivir en un pueblo. Las vueltas de la vida trajeron a ambos, en 2008, a disfrutar de un fin de semana en Sierra de los Padres y, en ese momento, el curso de su historia cambió.

“Acá viviría”, dijo Alejandra cuando empezó a caminar por las calles rodeadas de verde y a mirar las imponentes vistas en la localidad, ubicada a tan sólo 15 minutos de Mar del Plata.

Finalmente, compraron dos terrenos en 2008 y empezaron a diseñar el proyecto que les cambiaría sus vidas por completo. Pasaron 10 años para que finalmente la pareja logre instalarse e inaugurar tres cabañas que le rinden culto a su gran capacidad de anfitriones.

Sobre el lugar, ambos destacan que aman la naturaleza y “el verde” de la zona. “Tenés las sierras y, a media hora, el mar. Nos da una sensación constante de paz y tranquilidad. Para nosotros, este es el paraíso. Nuestro lugar en el mundo”, dice Alejandra con una sonrisa de oreja a oreja.

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Ubicadas a pocos metros del principal centro comercial de Sierras de los Padres, este alojamiento se posiciona como “cabañas de lujo”. Tienen parque, pileta, hamacas paraguayas, parrilla, sector de fogón y varios livings.

Cada recibida es una fiesta. Los visitantes se encuentran en el ingreso a la cabaña con una abundante picada completa de un negocio local, un chocolate junto a las toallas, y galletitas.

“Cabañas Chic” es un complejo de departamentos de ensueño completamente equipados, incluso con libros y juegos de mesa para entretener a toda la familia. El desayuno se deja cada mañana en living externo e incluye: jugo de naranja, café, leche, facturas, galletitas, pan, queso y mermelada.

Al momento de diseñar el proyecto de sus sueños, Alejandra contó que “tenían que ser hermosas, con todo lo que nos gusta para nosotros. Pensamos las cabañas como viajeros que somos, y le pusimos todo lo que hubiésemos querido encontrar en nuestros viajes. Los albañiles en el proceso de construcción se sorprendían de los materiales que elegimos, cuando se trataba de una casa sólo para alquilar”.

“Para nosotros en cada bienvenida tiene que haber chocolates y picadas. Porque todo lo que das recibís, y para nosotros es muy importante que el visitante se sienta a gusto”, destacó Sergio.

El complejo cuenta con tres cabañas. “Bambú” es para dos personas y tiene un hidromasaje doble; “Cascada” es para tres personas y tiene un baño de mármol negro con una gran tina antigua; mientras que “Chic Boutique” tiene dos habitaciones, para recibir a una familia de cuatro personas, y cuenta con una salamandra a leña.

“La gente queda enamorada. Viene acá y se fascina con los detalles, la atención. Hay gente que vino y dijo que no se quería ir. Es el primer trabajo que nos da satisfacción en el alma. Tenemos la gratificación de ver a la gente contenta”, destaca por último Alejandra, sobre la experiencia en “Cabañas Chic”.

Se trata de un alojamiento diferente para conectarse con la naturaleza y las sierras, en un espacio que reúne lujo y hospitalidad. Una experiencia boutique, personalizada y que busca que la gente se sienta feliz.

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