Así es Cordón Blanco, el primer vino de Tandil

Por Micaela Rodríguez.

Fotos: Micaela Rodríguez.

Todo comenzó cuando un profesor le dijo a Matías, durante una capacitación de enología, que Tandil reunía características climáticas muy parecidas "al sudeste de Francia". Motivado por esa observación, el joven se animó a emprender junto a sus hermanos Valeria y Mariano, en el desarrollo de viñedos en suelo nativo.

El comienzo fue "a prueba y error". El primer viñedo fue al oeste de Tandil y el segundo, al sur de la ciudad. Pero fue en el primero donde nació el primer vino de Tandil, en el 2012. "Comenzó como un proyecto familiar que se cristalizó y fue tomando forma", cuenta Andrea Ponce, encargada de las visitas guiadas por en los viñedos.

En la actualidad, Cordón Blanco es referente de la actividad vitivinícola en la zona y lleva con orgullo y responsabilidad el título de haber elaborado "el primer vino de Tandil". Un producto que lleva la imagen de la Piedra Movediza, un ícono de la localidad serrana.

"Ser los pioneros significa una condición muy importante para el desarrollo de toda una actividad que está tomando impulso. Es una experiencia enriquecedora para la zona y para todos aquellos que quieran seguir este camino, porque pueden salir vinos muy interesantes en la provincia de Buenos Aires", cuenta con orgullo la guía.

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En la actualidad, Cordón Blanco ofrece visitas guiadas para que turistas y locales puedan recorrer el viñedo y conocer cuáles son las características del suelo y del clima. "Estamos a 260 metros de altura sobre el nivel del mar. Tenemos una caracterización de humedad y vientos propia de esta zona. En lo que es el suelo, una presencia de granito muy marcada. Cada cepa está enmarcada con la tipificación de su suelo", detalla Andrea.

La visita guiada culmina con la tan esperada degustación del vino que tiene actualmente el mayor nivel de producción en Cordón Blanco: Cabernet Franc. También se destacan las variedades Merlot, Sauvignon Blanc, Syrah y Carmenere.

"Es muy amigable", esa es la devolución que más se escucha por parte de las personas que disfrutan del vino en copa mientras recorren el viñedo. Se trata de una bebida de color rojo brillante, joven, con buena acidez y fresco en boca. "Es amigable y aceptado generalmente por el consumidor. El mejor acompañamiento que podemos ofrecer en la visita al viñedo", finaliza Andrea.

Los precios de estos vinos van desde los 750 pesos hasta los 1.500. Por ahora se comercializan en Tandil, y en otros puntos de Buenos Aires. Pero vale la pena poder viajar hasta esta localidad serrana para conocer de cerca el vino que nació a 260 metros sobre el nivel del mar. 

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