La cerveza que nació en un garaje de Jesús María y hoy se exporta al mundo

Por Carola Cinto

Era domingo. Andrés Basso estaba viendo una serie sobre una cervecería famosa cuando surgió la idea de crear una cerveza artesanal en Córdoba. Ahí no más llamó a María Inés Amuchástegui, a quien había conocido cuando estudiaba en Estados Unidos, y le propuso emprender juntos.

Él es ingeniero químico y ella ingeniera agrónoma. Juntos empezaron el proyecto de Traümer Bier en el garaje de la familia de él, en Jesús María. 

"Somos emprendedores natos. Siempre estuvimos buscando qué hacer y qué crear. Somos curiosos por naturaleza y nos gusta meterle a fondo a los proyectos", contó Andrés a Descubrí Sabores. Esa idea fusionaba todo lo que a ellos les interesaba: lo agronómico, por la necesidad de cosechar lúpulo y cebada -los dos componentes básicos de la cerveza- y lo químico por la producción de la bebida en si. 

A ese primer puntapié, le siguieron decenas de cursos y capacitaciones para lograr el mejor producto posible desde principio a fin. Hoy, y después de mucho estudio, Traümer Bier tiene sus propios campos de lúpulo en La Cumbre. 

Soderos de cervezas

El proyecto surgió en julio de 2016, cuando ambos regresaron de Estados Unidos. Allí dieron sus primeros pasos en el garaje de la casa de los padres de Andrés, donde instalaron la primera fábrica habilitada por la propia Municipalidad de Jesús María. 

Con las primeras producciones de cerveza, María y Andrés decidieron implementar el mismo sistema que usan los soderos, pero para distribuir cervezas. "La idea era mantener la calidad, ofrecer un servicio diferente e implementar algo que sea económicamente proyectable y sustentable", expresó Andrés.

Para eso, viajaron hasta el Mercado de la Chacarita y compraron hierros para hacer los cajoncitos de cervezas. De esa manera, llevaban el cajón a una casa con las botellas llenas y luego lo retiraban y reemplazaban por otro. "En un principio, esas botellas se lavaban y reutilizaban. El cajoncito lo tenemos registrado en el Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual", detalló.

En ese primer momento, las cervezas también se vendían en hoteles boutique y algunos restaurantes.

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Una fábrica modelo

A fines de 2018, luego de realizar una capacitación con la Fundación E+E, María Inés y Andrés consiguieron los primeros inversores que se interesaron en el producto. En 2019, comenzaron a instalar la fábrica que hoy funciona en Montecristo y que se posicionó como modelo en todo el continente.

"Estamos muy orgullosos. Nos vienen a visitar de otras partes del mundo para conocerla y hoy estamos trabajando fuertemente en exportación", agregó Andrés.

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Hoy Traümer Bier produce unos 16 mil litros de cerveza en 7 variedades diferentes: Amber Ale, Golden Ale, Wheat (De Trigo), Indian Pale Ale, Porter, Belga y Amber Ale. Todos sus productos se pueden conseguir en supermercados, vinotecas y tiendas especializadas de bebidas. 

Si bien mantienen el modelo de "sodero de cervezas", ya no se realiza con envases retornables sino en latas. Tienen dos personas que distribuyen el producto tanto en Jesús María como en Córdoba. 

El sinuoso camino de emprender

La filosofía que marcó el camino de Traümer, y que hizo que hoy sea un caso de éxito, fue el enamoramiento de sus creadores con el sinuoso camino de ser emprendedor en Argentina.

"El poder adquisitivo de la gente no es menor para nosotros y menos en un contexto como el actual. La cerveza no es un producto de primera necesidad y es difícil encontrar el nicho. La gente dispone cada vez de menos posibilidades de error: tiene la plata y va a comprar una cerveza que ya conoce. Eso nos deja afuera de las posibilidades", expresó Andrés.

A esta situación se le sumó la pandemia que, en el caso de Traümer, les impidió salir a vender y que tuvieran que dedicarse solo a poner a punto la fábrica de Montecristo. 

Sin embargo, a fuerza de voluntad y siempre manteniendo el foco en la calidad del producto, la marca siguió creciendo y hoy se vende en varios países del mundo.

"Nosotros hacíamos una excelente cerveza en el quincho de mis viejos con una mínima inversión, pero con mucho trabajo. Teniendo como insignia la higiene en los procesos, se puede lograr un excelente producto. Cuanto más productos buenos haya, más mercado habrá y más personas que empiecen a elegir este tipo de productos", finalizó Andrés.

Instagram y Facebook de Traümer Bier.

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