La Urraca, cocina casera de alto nivel en La Cumbre

Por Yeny Ortega Benavides
Fotos: César Lanza Castelli

Como la gran mayoría de los habitantes del lugar, Mery Duggan y Carlos Santillán llegaron a La Cumbre escapando de la vorágine de la ciudad.

Se conocen desde niños, pero el reencuentro fue hace 10 años. Carlos viene del mundo de la gastronomía. Ha viajado por Europa asesorando hoteles y restoranes. “Es lo que sé hacer”, cuenta a Descubrí Sabores.

Mery viene del mundo del turismo. Está más dedicada a las relaciones públicas. Juntos son el equipo perfecto.

Hace tres años y medio su amiga Susy les ofreció una hermosa casona con patio en el centro de La Cumbre. Nacía, ese día, La Urraca Cocina, uno de los restaurantes más prestigiosos del lugar.

“Comenzamos trayendo cosas de nuestra casa. A tal punto que ahora no tenemos más sillas, mesas ni platos. Está todo puesto acá”, cuenta Carlos.

Es por eso que llegar a La Urraca no es entrar a un restorán, es llegar a una casa donde te reciben, cálidamente, la pareja de anfitriones.

Te invitan a encontrar un lugar, tu lugar, que puede ser en el salón principal, acogedor y decorado con detalles exquisitos. En la galería, con un living que invita a una larga tertulia.

Y también está el patio frente al horno de barro y la complicidad de un frondoso tilo centenario que da sombra en verano y pierde sus hojas en invierno prodigando el disfrute del sol.

Elegimos el salón. Tiene veladores en cada mesa, ventanales con hermosas cortinas y una biblioteca. Desde ahí, podemos observar el movimiento de la cocina, abierta, donde ocurre la magia mientras nosotros continuamos conversando.

La gastronomía de La Urraca se puede definir como cocina casera elaborada. “Tenemos una carta corta con platos que quedan fijos y otros que vamos cambiando según las estaciones”, explica Carlos.

El top de ventas y plato emblema de la casa es la bondiola marinada en cerveza negra ($1.350).

Se cuece en el horno de barro durante ocho horas, a tal punto que la carne se deshace en el plato. Se acompaña con puré de batatas y miel y uno de los mejores chutney que hemos probado, receta de la madre de Carlos.

El lugar es cálido y romántico. Se da muy bien, y está pensado, para parejas y grupos de amigos. Las personas reservan con mucha antelación. En temporada alta, el tiempo estimativo para hacer una reserva es de entre 3 y 4 días.

Pensando en su momento, hay una limitación para el ingreso de niños. “Creemos que quienes nos visitan merecen pasar una noche tranquila y de charla. Por eso quienes vengan con niños tienen habilitado el espacio del patio”, explica Mery.

En el patio no se toman reservas. El ingreso es por orden de llegada.

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La Urraca Cocina está en la boca de todos los que hayan visitado La Cumbre y lidera las recomendaciones en las páginas de turistas. Según Carlos, “el éxito no se debe a una sola cosa”. “Son varios factores los que se combinan: la ambientación, la atención, la cocina y el sello de que nosotros estemos presentes”, asevera.

El salón tiene capacidad para 24 cubiertos. El patio, en tanto, puede recibir cerca de 30 comensales.

Los platos son abundantes, perfectamente funcionan para compartir y probar varias opciones. La relación precio, calidad, cantidad es realmente excelente.

De postre, frambuesas con merengue ($460).

La gama de vinos que maneja el restorán va de media a alta. La carta no es extensa, pero tiene interesantes botellas de varios lugares de la Argentina.

La propuesta se complementa con Ahumados La Catalina, un almacén de productos ahumados que nació en plena pandemia.

“Acá en La Cumbre había un ahumadero que estaba siempre cerrado y nunca podíamos ir a visitarlo”, cuenta Carlos.

“Viendo qué era lo que faltaba en la zona, dijimos ‘¿Por qué no ponemos un ahumadero para nosotros y el restorán?”

Vino la pandemia, así que todo el tiempo que no pudieron abrir el restorán estuvieron ahumando, haciendo ensayo y error.

Cuando la apertura del lugar se habilitó nuevamente, integraron los dos proyectos. De hecho, el segundo plato más pedido en La Urraca son las costillitas de cerdo ahumadas en Ahumados La Catalina.

Carlos ahúma en frío y caliente aves, cerdo, pescado y carnes. Los productos se envasan al vacío y se venden al público en la tienda ubicada justo en frente del restorán.

El lugar también mueve un engranaje con productores locales, ofreciendo al público cervezas artesanales, licores, dulces y otros productos fabricados en la región.

La Urraca Cocina está abierta, en temporada estival, de miércoles a domingo a la noche, y sábados y domingos al mediodía.

La Urraca Cocina
Sarmiento 17, La Cumbre (Córdoba)
Informes y reservas: 03548 15466330

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