Volvieron las visitas a uno de los mejores teatros del mundo

Por Micaela Rodríguez.
Fotos: Micaela Rodríguez.

Fue inaugurado en 1908 y, desde ese entonces, es conocido como uno de los edificios más emblemáticos e imponentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Un teatro que demoró 20 años en construirse en una época donde el lujo y la opulencia, eran sinónimos de progreso social.

Ubicado en Cerrito 628, en pleno corazón porteño, el Teatro Colón está a la altura de La Scala de Milán, la Ópera Garnier de París y el Royal Opera House de Londres. Se trata de un edificio imponente con una superficie total es de 58.000 metros cuadrados.

A diferencia de otros teatros del mundo, en los talleres del edificio, se construye todo lo necesario para la puesta en escena, como el vestuario, telones y elementos escenográficos. También funciona el Instituto Superior de Arte, el Centro de Experimentación y la biblioteca.

Durante casi una hora, y en un grupo de no más de 34 personas, se puede recorrer la Sala, el Foyer Principal, la Galería de Bustos y el Salón Dorado. En cada espacio el visitante puede descubrir las esculturas, los asombrosos vitreaux, las imponentes escaleras y los detalles arquitectónicos en general que embellecen el recorrido a cada paso.

El plato fuerte de la visita es la sala principal y la cúpula. Por este lugar pasaron grandes directores, cantantes y bailarines de todos los tiempos. La primera función fue el 25 de mayo de 1908, en la que se presentó la ópera Aída, de Giuseppe Verdi. Desde ese entonces hasta la fecha, actuaron figuras como Igor Stravinsky, Herbert von Karajan, Daniel Barenboim, Maria Callas, Luciano Pavarotti, Plácido Domingo, Rudolf Nureyev, Julio Bocca, Paloma Herrera y Maximiliano Guerra.

Según expertos en el tema, el Colón es uno de los mejores teatros de su tipo porque la sala en forma de herradura genera una distribución perfecta del sonido. Los tres pisos de palcos, que fueron diseñados con maderas, telas y alfombras, permiten una óptima absorción.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

La sala principal tiene 32 metros de diámetro y una capacidad para 2.487 espectadores sentados y 500 parados. El trabajo artístico impresiona. Los palcos fueron construidos bajo la inspiración francesa, con una cortina de seda que los separa del antepalco. Los lugares más cercanos al escenario eran para políticos y personalidades importantes, que buscaban "ser vistas" más que "poder mirar la obra".

La cúpula fue decorada por el pintor argentino Raúl Soldi y ese trabajo le llevó 41 días. Según trascendió, el artista no pidió remuneración para realizar la obra.

El Teatro Colón fue diseñado por el arquitecto italiano Francesco Tamburini, quien murió antes del comienzo de la obra. Lo sucedió Víctor Meano, arquitecto de la misma nacionalidad. Finalmente fue Jules Dormal, de nacionalidad belga, quien culminó la majestuosa obra. En su momento se habló de la "Maldición del Colón", porque los dos primeros arquitectos eran ambos italianos y fallecieron los dos a los 44 años.

Después de dos años de cierre por pandemia, el principal coliseo argentino reanudó sus visitas guiadas. De esta manera, todos los días desde las 11 hasta las 16:45 horas, se puede conocer el edificio y descubrir todo el esplendor del Teatro Colón. El recorrido dura aproximadamente 50 minutos y hay salidas cada 15.

Las entradas para las visitas guiadas al Teatro Colón se pueden adquirir de manera online a través de www.teatrocolon.org.ar o en la Boletería ubicada en Tucumán 1171.

Visitar el Teatro Colon significa poder recorrer una de las obras más importantes del país, conocer uno de los mejores teatros liricos en el mundo, aprender su historia, sus secretos, y admirarse a cada paso ante los detalles artístico que habitan en el lugar. Una visita imponente, e inolvidable a un Monumento Histórico Nacional. Un paseo imperdible en Buenos Aires. 

/Inicio Código Embebido//Fin Código Embebido/