Vinos naturales, sello de la identidad de Bodega Santa Julia

Por Yeny Ortega Benavides.

Los vinos naturales son aquellos tienen la menor intervención posible de la mano del hombre. Por esta misma razón, son los que requieren el mayor cuidado durante su proceso de elaboración, en vista de que, al no agregarles sulfitos, quedan desprotegidos ante bacterias y oxidantes.

Además, durante su vinificación, no se les añaden levaduras seleccionadas, sino levaduras indígenas y tampoco se los somete al proceso de clarificación.

Es por eso quizá que encontrar un vino natural de buena calidad tiene un mérito doble.

Comprendiendo el desafío, Bodega Santa Julia emprendió hace algún tiempo la elaboración de una línea de vinos naturales que comenzó con un Malbec. Se trata de El Burro, un digno ejemplar de la variedad en su versión más natural.

Foto: @bodegasantajulia

A la vista muestra un color bien intenso con marcados tonos violáceos. En nariz, tiene aromas a frutas frescas como cerezas y ciruelas. En boca se presenta con gran cuerpo y volumen, arrojando un delicado sabor final a mermelada de ciruela al final.

En el año 2019, El Burro ganó la medalla de plata otorgada por The Drinks Bussines. En el 2020, obtuvo 93 puntos por parte de la afamada guía Descorchados como “Vino Revelación”.

La segunda apuesta en la línea de vinos naturales fue La Oveja, un 100% Torrontés mucha identidad como representante del varietal.

Foto: @bodegasantajulia

A la vista, impacta su color amarillo con reflejos verdosos. En nariz, se destacan sus aromas amoscatelados, con toques de frutas como el durazno y flores como el jazmín y los geranios. En boca presenta una acidez refrescante y un largo final cítrico.

En el año 2019, La Oveja recibió 91 puntos en la guía Descorchados, y se ubicó en el ranking de los mejores Torrontés.

Luego vino El Zorrito, un Naranjo elaborado con uvas chardonnay provenientes de la finca 100% orgánica de Maipú, Mendoza.

Foto: @bodegasantajulia

Lejos de lo que muchos piensan, el naranjo no es una variedad sino una forma de vinificación. Se trata de vinos que tienen la particularidad de ser fermentados como los tintos, (con las pieles u hollejos de la uva), aun tratándose de blancos.

La finalidad del proceso es extraer los taninos que ayudarán a su posterior maceración durante 45 días. El resultado, un vino de color naranja y ligera turbidez, debido a que se embotella sin filtrar.

De color amarillo dorado intenso con tonalidades propias del proceso antes mencionado, El Zorrito se destaca en nariz por sus aromas florales y a frutas blancas tropicales, con un interesante final a cáscara de naranja. En boca se presenta ácido y refrescante, con un largo final.

La última creación, que completa y cierra de manera armoniosa y perfecta esta línea de vinos naturales es La Mantis, un vino elaborado bajo el método ancestral Petillant Naturel, cuya principal característica es su proceso de fermentación.

Foto: @bodegasantajulia

Su fermentación se inicia en tanques, pero cuando el vino logra un nivel de azúcar residual de 20 gramos por litro, se embotella para completar ahí el proceso, en contacto con las levaduras autóctonas. Tampoco se clarifica. Eso explica su turbidez.

El resultado es un espumante con 9 gramos de azúcar natural y una burbuja elegante y delicada. A la vista impacta por su color amarillo claro, con destellos dorados. En nariz sorprenden sus aromas a flores y frutas blancas tropicales. En boca ostenta una acidez refrescante y atrevida para un espumante. Es el favorito de Descubrí.

Esta línea de vinos, además de tener la certificación orgánica (obtenida por primera vez en el año 2004 por parte de la certificadora Letis), poseen la certificación “Fair For Life” que le asegura al consumidor final condiciones justas de trabajo para todos los empleados de la bodega. La certificación asegura, además, que Bodega Santa Julia destina el 4% de lo recaudado en ventas de sus botellas a acciones sociales.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Las particulares y pintorescas etiquetas, a su vez, fueron elaboradas por el artista mendocino Emiliano Pierro.

Los animales que dieron origen a los nombres de los vinos han sido parte de la historia familiar: un burro fue la mascota que adopto Miguel Zuccardi durante su niñez, la oveja fue un animalito que, a falta de padres, durante la pandemia de Covid-19 fue adoptada y cuidada por la familia de Julia Zuccardi en una de las fincas. Los zorritos, al igual que las mantis, son animales muy presentes en la fauna de Mendoza.

Los vinos naturales de Santa Julia se pueden adquirir en vinotecas de todo el país. Sus precios oscilan entre los $1.200 y los $1.800.